La
práctica instrumental en la educación musical escolar es uno de los tres medios
esenciales de expresión, junto con el canto y el movimiento.
Estar involucrado en el
“tocar” en actividades de grupos nos permitirá aprender a escucharnos a
nosotros mismos y a los demás haciendo música.
Carl Orff desarrolló
nuevos modelos de instrumentos escolares que permiten la práctica instrumental
desde que los niños comienzan a estudiar, estos instrumentos junto con la voz,
son los recursos musicales protagonistas en todo el mundo. Se puede incluso
afirmar que la enseñanza instrumental es uno de los trabajos más completos de
la enseñanza de la música actualmente. Los instrumentos desarrollan la
creatividad, las habilidades técnicas y el camino hacia la expresión.
Desde esta, se
favorecen los procesos de autonomía en el niño, ya que este actúa como
protagonista activo, por lo que se fortalecen los procesos de socialización y
el alumno actúa en el grupo de forma cooperativa con los demás.
La idea de Carl Orff
cuando diseño su método “Schulwerk” (obra escolar), fue agregar al canto y a la
danza su propio acompañamiento musical y hacer experimentar al niño el ritmo,
el metro y el sonido instrumental.
Una de las
consideraciones más importantes de dicho método fue la elección de instrumentos,
y la selección de estos se llevó a cabo pensado en aquellos que: mejor se
adecuaran al movimiento del niño, fueran de un amplio rango de color tonal y
rítmico, resultasen versátiles en la exposición de ideas musicales y ayudasen a
estimular la danza y la improvisación.
Además de los
instrumentos escolares llamados Orff, es imprescindible decir que el
instrumento más importante en el reino de la educación musical es “la voz”,
siguiéndole el propio cuerpo “como instrumento corporal”.
El instrumental
Orff-Schulwer escolar se divide en dos grandes grupos:
- - Instrumentos de lámina: carrillón
soprano/ contralto, metalófono soprano/contralto/bajo y xilófono soprano/contralto/bajo.
- - Instrumento de pequeña percusión: parche
(pandero, tambor, bombo,…), madera (claves, caja china, etc.), metal
(triángulo, plato, etc.) y sonajas (maracas, cascabeles y aros de sonajas).
Por último decir que
para llevar a cabo con éxito en el aula una práctica instrumental, el docente
debe planificar adecuadamente su aprendizaje y así alcanzará los objetivos
marcados.
Realizado por: Tamara López Sanjuán.